El mundo como voluntad y representación

Schopenhauer

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  • Tema: Club Lectura Clístenes – Schopenhauer sesión 3 , se leerá hasta el punto 8.
  • Hora: 22 mar 2020 06:00 PM Madrid
  • Unirse a la reunión Zoom:  https://us04web.zoom.us/j/941434083

1- RESUMEN SESION 15 MARZO

La sesión empezó con una introducción a Schopenhauer por parte de Luis y que Antonio ha resumido perfectamente, y nos ha enviado. A continuación Paco dio cuenta de que faltaba, como siempre, el contexto en el que surgen estos pensadores. Igualmente ha hecho un documento que todos hemos recibido en el que amplía su comentario. Por último cabe destacar la intervención de Julio en referencia a la influencia, tanto en Schopenhauer como en la filosofía occidental, del pensamiento oriental, del que se habla poco.

1.1- Notas de Antonio Sánchez sobre la charla introductoria que nos dio Luís Álvarez Falcón, profesor de filosofía y amigo de Adela:

Antes de comenzar, Luís nos recomendó el visionado de unas conferencias recientes, suyas y de Ricardo Sánchez de Urbina:  https://www.luisalvarezfalcon.com/la-conferencia-de-coimbra-ricardo-sanchez-ortiz-de-urbina/

  • Arthur Schopenhauer tiene un estilo «literario» muy accesible.
  • Alejado de la «academia» (apenas ejerció 6 meses como profesor en la Universidad) por sus desencuentros con Hegel y demás filósofos del momento en Alemania.
  • Es uno de los filósofos con mayor influencia, si no el que mas,  en la filosofía posterior, p.e. en Nietzsche (por su pesimismo), Husserl, o en Sartre y Camús ( «absurdo de la vida».
  • Su época coincide con el «clímax del Romanticismo»
  • Para él, el «Mundo» es el «peor de los mundos posibles».
  • Habla del «dolor de la existencia» y de la «maldición de la voluntad»
  • «Voluntad» similar a la «intencionalidad» en Husserl/Fenomenología
  • Es muy importante su tesis doctoral de 1813, en la universidad de Jena: «Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente«, tesis que utiliza Heidegger, y que Luís nos aconseja leer quizás en primer lugar. Este escrito recoge una explicación sobre las 4 formas distintas e irreductibles de ¿fenómenos/representaciones?: Esporádicos, Abstractos, Matemáticos y del «yo» ( encontrado en https://archive.org/details/books, lo adjunto para quién quiera echarle un vistazo ).
  • Habla de «la cosa en sí que es la voluntad», pero hay una inversión entre el «yo» y «el mundo» o «Factum Negativo» (No lo entiendo todavía)
  • La «razón liberadora» y el «sufrimiento/tedio de la existencia» recogido por Sartre que da la que sólo se podría escapar mediante la contemplación estética, el «des-enamoramiento de la vida» y por la «noluntad», neologismo inventado que viene a ser la NO-Voluntad.
  • Luís nos indica los libros que podríamos leer antes:
    • 1836 – Sobre la Voluntad en la Naturaleza
    • 1840 – Los dos problemas fundamentales de la Ética
    • 1859 – Parerga y Paralipomena, libro que le hizo famoso en vida y que Luís nos recomienda leer primero. (adjunto vol 1.)
  • A.S. reflexionó sobre el Arte, la Estética y sobre todo la Música, a la que señala como «resonancia de  la Voluntad» (hoy en día se habla de «transpasibilidad», «campo intencional» y de la «contemplación estética como Epojé»
  • Fue el primer traductor al alemán de Baltasar Gracián y Calderón de la Barca (muy valorado en Alemania según señaló Paco)
  • A.S. también habló de la sexualidad, haciendo una distinción entre cuerpo (korper de los fenomenólogos) y «cuerpo vivido» ¿?
  • A.S. hizo también un crítica fuerte a la Metafísica

Tras las palabras de Luís hubo un intercambio de opiniones con otros asistentes a los que sugiero, si les apetece, comentar.

1.2- Notas de Paco Serrano sobre el contexto histórico en el que vivió Schopenhauer:

Ambiente político e ideológico

Schopenhauer y la revolución de 1848

Las causas que favorecieron la recepción de la filosofía de Schopenhauer a través de sus elementos pesimistas fueron una decepción política postrevolucionaria de la burguesía liberal y una insatisfacción existencial ante el progreso (especialmente el técnico).

En el periodo del Vormärz[1] el estado de cosas general en torno a las aspiraciones políticas de la burguesía era, aproximadamente, el siguiente: la naciente burguesía industrial a la que se había concedido una autonomía administrativa y liberal en lo concerniente a temas económicos era incapaz de materializar políticamente su poder económico y social. Las aspiraciones políticas liberales de la burguesía, que habían estado presentes desde 1813, siendo la otra cara del sentimiento y pretensiones nacionalistas surgidas de las guerras de liberación emprendidas contra el dominio napoleónico, ya habían sido ignoradas –o no lo suficientemente atendidas– tras el Congreso de Viena. Años más tarde, como resultado de las revueltas parisinas de 1830, el fervor nacionalista y, con él, el pensamiento liberal volvió a estar en auge con sus aspiraciones políticas.

A ello se sumaba la irritación, arrastrada durante años, como consecuencia de la incumplida promesa del rey de Prusia Federico Guillermo III de otorgar a su reino una Constitución. Con el temor de que se produjese una revolución alla francese en suelo alemán, se recrudecieron de nuevo a partir de estos años las restricciones relativas a las asociaciones y también la censura; medidas que, sin embargo, resultaron ineficaces: el fervor nacionalista y su componente liberal aumentó. 

La Revolución de Marzo de 1848 fue de un modo parcial la expresión de las aspiraciones liberal-moderadas de la recién nacida burguesía. Las revueltas llegaron a Berlín y Viena. En Frankfurt am Main, los liberales se apresuraron a establecer la Asamblea Nacional Alemana en la iglesia de San Pablo con el objetivo de formar un gobierno para todos los alemanes y promulgar una Constitución. Sin embargo, pronto se demostraría que ésta carecía de poder político real y de legitimación: Austria no dejaba de clamar contra la ilegalidad del recién constituido Vorparlament (pre Parlamento) aludiendo que éste contravenía lo acordado en el Congreso de Viena.

A este doble aspecto, ha de sumarse que la otra tendencia presente en la Revolución de Marzo fue la representada por las clases desposeídas, nacidas de la incipiente industrialización, de corte socialista y demócrata-radical. Ésta era la «souveräne Kanaille» que un atemorizado Schopenhauer veía desde su ventana de Schöne Aussicht 17 y que fue aplastada por las tropas austriacas en Frankfurt. Ante los ojos del propio Vorparlament estas revueltas aparecieron como el riesgo de una segunda revolución, esta vez social, con los peligros que conllevaba: terror y guillotina. Por ello los burgueses liberales moderados acabaron pactando con las potencias conservadoras de la Restauración: las revueltas fueron sofocadas por los ejércitos prusiano y austriaco, y el fracaso definitivo del Vorparlament se puso de manifiesto con su disolución tras la negativa de Federico Guillermo IV de aceptar la corona ofrecida por aquél para formar un Imperio Alemán. El resultado fue, a finales de 1848, una Constitución en la que no se realizaban las aspiraciones políticas de los burgueses liberales: el intento de formar un Estado alemán.

En definitiva, la burguesía culta y liberal se vio obligada a decidir. Lo que decidió fue mantener su libertad económica a cambio de perder los derechos políticos. El reino de la libertad había sido pospuesto indefinidamente una vez más.

Juan David Mateu Alonso. Filosofía política y pesimismo antropológico

Desde la óptica schopenhaueriana, la monarquía hereditaria es una de las instituciones del derecho público que permite salvaguardar la propiedad de cada uno de los ciudadanos y la unidad y coordinación de los poderes del Estado; la argumentación es en sí misma igual que la que presenta ya en los póstumos de juventud. Si el monarca tiene todas sus necesidades satisfechas, su egoísmo habrá sido amortiguado y por tanto estará en condiciones de ser justo y supervisar el funcionamiento del Estado respecto a los ciudadanos:

El gran valor, la idea fundamental de la monarquía, me parece que radica en que, puesto que los humanos siguen siendo humanos, se tiene que situar a uno en lo más alto, concederle tanto poder, riqueza, seguridad e invulnerabilidad que por sí mismo no sea capaz de desear, esperar o temer nada. De tal manera que así el egoísmo que habita en él, como en todos, sea aniquilado, y ahora, como si no fuera un ser humano, esté capacitado para ejercer la justicia y para tener en mente el bienestar público únicamente, y ya no el suyo (WWV, II, §47, 692; cursiva de Schopenhauer).

Pero, volviendo al tema de la forma estatal, la estructura del Estado diseñado por Schopenhauer no sólo responde a lo que se podría llamar una monarquía hereditaria, sino que ésta es complementada por una aristocracia intelectual; en última instancia, y pese al mecanismo clásico de la división de poderes, Schopenhauer aboga por una defensa clara de la teoría del liderazgo político o de las elites, según la cual habría una minoría que tendría derecho a disfrutar de una serie de prebendas debido a su cometido especial dentro de la estructura estatal. Sin llegar a los extremos de una teoría de castas, como la que aparece en el texto hindú tan estimado por él del Código de Manu, Schopenhauer diferencia un grupo social formado por jueces, médicos, militares, religiosos, funcionarios y también filósofos, quienes tendrían un estatuto especial semejante al bienestar del monarca:

Que estos guías, por tanto, tienen que ser liberados tanto del trabajo físico como de las carencias comunes o de la incomodidad, así como también poseer y disfrutar de más cosas según sus capacidades mucho mayores que las del hombre corriente, es natural y equitativo. Incluso los grandes comerciantes se pueden contar entre esa clase dirigente eximida, en tanto que previenen las necesidades del pueblo y les salen al encuentro (PP, 11, 9, §125, 225-226).

Que se Schopenhauer. Edouard Sans. Publicaciones Cruz O., S.A., 1995

Cuando en 1848 la revolución ensangrentaba las calles de Francfort, Schopenhauer se siente feliz con el arribo de los «calzones azules» austriacos y llega hasta a ofrecerles sus ventanas para hacer desde allí fuego sobre los insurrectos, Saluda con entusiasmo la derrota de la «soberana canalla» y, en su testamento del 22 de junio de 1852, prevé un legado a disposición de los fondos berlineses de solidaridad para apoyo a las familias de los soldados caldos en 1848-1849 al servicio del orden y la legalidad.


[1]           Vormärz (ante- o pre marzo) es el nombre que se da en Alemania l perído comprendido entre el Congreso de Viena en 1815 y  la Revolución de marzo de 1848.

1.3- Notas de Paco Serrano, a cerca de la sabiduría hindú:

En cuanto a la «sabiduría hindú» de la que dice la traductora que informa el pensamiento de Schopenhauer, creo que hay que evitar sobrevalorarla. Se trata de uno de los sistemas místicos más extremos (y disparatados) que se conocen. Predica que todo es dolor, todo es efímero, el dolor como ley de la existencia ante lo cual, lo mejor es retirarse del mundo, de los bienes y ambiciones, dedicarse a la negación total de la vida y de la propia personalidad (estoy parafraseando a Mircea Eliade). Ni media palabra del progreso, mejora o cambio de la sociedad, la disolución de las castas, el límite al lujo desmedido de unos pocos; tuvieron que ser los colonialistas ingleses los que prohibieran los sacrificios humanos, la quema de viudas… El misticismo hindú es el producto de una sociedad cerrada a cal y canto, organizada en castas, militar y patriarcal. No quedaba más salida que la negación de esa realidad y la huida hacia el interior de uno mismo.

No es extraño que un tipo como Schopenhauer se inspirase en este tipo de misticismo.

Relacionado con la lectura del libro (si seguíamos con él o no) se quedó, de momento, en leer la introducción y que a partir de ahí tomaríamos una decisión. La próxima sesión será el Jueves 19 de Marzo a las seis de la tarde, siendo el enlace para conectarse 
https://us04web.zoom.us/j/464633284